El hormigón ya de por sí, es un material con una buena resistencia ante el fuego, en función de cada caso debemos medir y evaluar su resistencia, complementando y protegiendo las estructuras hasta llegar a la resistencia necesaria.
Para el ignifugado de estructuras y elementos de hormigón, los sistemas de protección pasiva contra incendios, se basan en la aplicación de revestimientos encima de la superficie a tratar, aumentando el espesor en el hormigón, previo haber obtenido mediante ensayos de resistencia al fuego, el espesor equivalente en cada caso concreto y elemento.
Las superficies a proteger, deben estar bien limpias y dependiendo de la superficie y su deterioro, en ocasiones es recomendable la aplicación de una capa de imprimación previa al proyectado.
Son revestimientos contra el fuego con acabados rugosos o lisos y con aplicación de pinturas de acabado, según cada proyecto, estética y necesidad.
Todos estos tipos de morteros proyectados aportan alta protección a las superficies, aumentando su grado de resistencia ante un incendio y alargando el tiempo de reacción.
▶︎Profesionalidad
▶︎Calidad
▶︎Eficacia